Los retos de las Tecnologías de la Información Sanitarias

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Resumen

Juan Carlos Muria Tarazón es Doctor en Organización de Empresas y Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Valencia, es experto en Gobierno de Tecnologías de la Información en organizaciones, especialmente en el sector de la Salud y Ciencias de la vida.

Juan Carlos Muria Tarazón

Asociación Valenciana de Informáticos de Sanidad. Universitat Oberta de Catalunya. Fujitsu Technology Solutions.

Juan Carlos Muria Tarazón es Doctor en Organización de Empresas y Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Valencia, es experto en Gobierno de Tecnologías de la Información en organizaciones, especialmente en el sector de la Salud y Ciencias de la vida. Miembro de la Junta Directiva de la Asociación Valenciana de Informáticos de Sanidad AVISA y colaborador del programa de radio “Tecnología y Sentido Común”, es profesor colaborador de la UOC y BDM en Fujitsu Technology Solutions, y dispone de certificaciones como CGEIT, CISA, ITIL®, PRINCE2® y COBIT® 5.

1. Tecnologías de la información sanitarias

Como ustedes sabrán, el sector de las Tecnologías de la Información (TI) lleva años luchando por quitarse el estigma de que las inversiones en proyectos de TI tienen una cierta similitud con las apuestas de un casino [7], es decir, hay veces que las cosas van bien y el proyecto tiene éxito, y hay muchas otras donde el proyecto tiene un parto difícil, con mucha resistencia al cambio, y demasiado a menudo acabamos abortando el proyecto y liberando los recursos para otras actividades.

Para solucionar esta situación, frecuentemente nos enfocamos en el apartado metodológico, desde el longevo METRICA 3 [11], hasta el Agile Programming [8], pasando por el árido CMMI [2]. También utilizamos metodologías para la gestión de proyectos como PRINCE2 o PMBOK, con mayor o menor acierto.

Esta circunstancia ha dado lugar a la aparición de un marco de Gobierno de TI como COBIT5, que nos permite encajar las metodologías anteriores, y alguna más como ITIL, sin perder de vista la alineación con la estrategia de la organización y la obtención de beneficios, optimizando los riesgos y los recursos utilizados [6].

Desde mi punto de vista, esta es una de las claves para que un proyecto informático tenga éxito, el Gobierno de TI, o dicho de otra manera, preguntarnos continuamente si: (a) ¿Estamos haciendo las cosas correctas?, (b) ¿Estamos haciéndolas de la manera correcta?, (c) ¿Estamos logrando hacerlas bien?, y (d) ¿Estamos obteniendo los beneficios esperados? [7].

Cuando recibí el encargo de preparar este monográfico me hizo mucha ilusión. Lo vi como una magnífica oportunidad de hacernos esas cuatro preguntas del párrafo anterior, tan sencillas de hacer, y tan complicadas de responder a veces. Y sobre todo de “capturar”, y compartir con los lectores, la experiencia y el conocimiento de otras personas que están conduciendo al éxito sus iniciativas en el maridaje de la tecnología y la salud.

Porque cuando hablamos de asegurar la obtención de los beneficios optimizando los riesgos y el consumo de recursos, en el caso del sector salud cobra especial importancia: No podemos permitirnos tener las mismas probabilidades de éxito que en una apuesta de un casino. Estamos hablando de si proporcionamos valor en salud, es decir, si de acuerdo con la definición de valor de Porter [10], mejoramos los resultados para la salud del paciente (este es el numerador) y/o reducimos los costes de la atención sanitaria proporcionada (este es el denominador).

Además, y dado que los recursos siempre son limitados, una inversión en TI es una inversión que se deja de hacer, en equipamiento médico, en investigación, en farmacia, o en contratar personal para reducir la lista de espera, por lo que debemos hacer especial esfuerzo en explicar cómo vamos a proporcionar valor, y cuánto.

Por tanto, en el contexto de la salud, las TI no pueden permitirse ni siquiera ser inocuas, ni tan siquiera experimentar con los usuarios, como se hace en otros sectores.

A pesar de ello, en salud se innova, y mucho. Porque sólo la innovación nos puede llevar a mejorar la sostenibilidad del sistema y los resultados en la salud de los pacientes, y las TI tienen la capacidad de traer a la realidad muchas ideas que pueden transformar el sistema de salud. En este especial de tecnología y salud podrán ustedes apreciarlo claramente.

2. Estructura y contenido de la monografía

Como comentábamos más arriba, nos encontramos ante un especial que se ha hecho con todo el cuidado para permitir a los lectores de Novática un repaso rápido a los puntos clave del estado del arte de las tecnologías aplicadas a la salud.

Para ello, hemos procurado identificar a autores que son referentes en tecnologías para la salud, y que al mismo tiempo hayan desarrollado, o estén desarrollando, proyectos innovadores en el uso de las Tecnologías de la Información.

Esto es, hemos intentado, y esperamos haber logrado, que mediante la lectura de estos artículos, los lectores puedan hacer un rápido repaso de los frentes abiertos más importantes que ahora mismo tienen las tecnologías de la información sanitarias y los que tienen un futuro más prometedor, como son:

  • El alineamiento de las TI con la estrategia de las organizaciones sanitarias y el retorno de las inversiones en tecnología.
  • La seguridad de los sistemas de información y su impacto en la seguridad del paciente, incluso con el inminente Reglamento Europeo de Protección de Datos.
  • El papel de la informática en sistemas críticos como la Farmacia Hospitalaria, donde un error en la dosificación puede provocar la muerte de un paciente.
  • Pasado, presente y futuro de los sistemas informáticos de análisis y archivado de imágenes médicas.
  • El reto de aplicar marcos de buenas prácticas del mercado, como ITIL, a unos sistemas específicos de tecnología sanitaria.
  • La telemedicina, que permite acercar el punto de atención sanitaria al lugar donde se encuentra el paciente, algo que repercutirá en mejorar la capilaridad de los sistemas de salud, sin disparar los costes de la atención sanitaria, siempre acreditando la efectividad de estas soluciones, ya que no todas son iguales.
  • La medicina personalizada, ya sean implantes, los robots biomédicos o el big data, orientados a la investigación en el tratamiento de enfermedades raras, neurodegenerativas, y el cáncer.
  • La gamificación de la salud, un área con gran potencial en los próximos años y donde se está trabajando intensamente. Recordemos que la enfermedad más fácil y barata de resolver es siempre la que no se produce, y que la prevención es la clave para mejorar la salud de la población.
  • El reto de “hackear” la salud, un ejemplo de co-creación entre profesionales sanitarios, pacientes y desarrolladores con el objetivo de mejorar el sistema sanitario, por ejemplo, para concienciarnos en hacer un uso inteligente de los servicios de salud, en este caso en Urgencias.

Todo ello desde un punto de vista diferente al que muchas veces nos solemos enfocar. Es muy fácil caer en el alarde tecnológico, es habitual intentar que, como decía Arthur C. Clarke [1], la tecnología no se distinga de la magia, y esto se consigue principalmente a través de la usabilidad, acompañada de avances tecnológicos.

Sin embargo, nuestro enfoque en este especial ha sido principalmente el VALOR. No siempre es necesario que sean tecnologías avanzadas las que nos asistan, pero sí es necesario siempre, si queremos que la tecnología tenga realmente un impacto en el negocio, o mejor aún en este caso, en la salud de los pacientes, que el servicio de informática conozca la estrategia de la organización, y que se esfuercen en buscar cómo la tecnología puede ayudar a transformar la organización, o transformar los servicios, para obtener mejores resultados en línea con su estrategia. Estas ideas son las que he querido plasmar en el artículo que he preparado para este monográfico junto con Manuel Rodenes y Julio Mayol.

Por otro lado, si insistimos en proteger la información del paciente, no es solamente porque lo diga la ley, sino porque realmente es el nuevo caballo de batalla de la seguridad del paciente, como indica el informe ECRI [3] año tras año.

Los profesionales sanitarios han invertido mucho tiempo y recursos en sistemas que mejoran la seguridad del paciente, pero ahora las dosis, alergias, y otros datos importantes para esta seguridad, se encuentran en los sistemas de información, como por ejemplo, en farmacia hospitalaria. Es hora de que tomemos en serio la seguridad de la información. Francisco Sánchez junto con Manuel Gimbert por un lado, y Emilio Monte por otro, nos hacen un recorrido muy interesante sobre esta materia.

La imagen médica, junto con otra información no estructurada, como el lenguaje natural, el sonido y el vídeo, el genoma, el metaboloma, e incluso el sensoroma y el socioloma [9] requieren de potentes herramientas de análisis de datos, y de científicos cualificados que puedan extraer conclusiones de los datos analizados, como nuevos biomarcadores. Sin embargo, de nuevo, es necesario aplicar sobre estos proyectos metodologías y buenas prácticas, para que lleguen a buen puerto en el plazo previsto. Cayetano Hernández por un lado, y Carlos Gallego y Salvador Torrijo por otro, nos dan a conocer estos retos, y cómo ellos los han resuelto.

A continuación, abordamos el estado del arte en tecnología para la salud, en concreto en las áreas de telemedicina de la mano de Julio Villalobos, la regulación de la eSalud, con Jose María Veganzones y Fernando Campo, los implantes personalizados en el artículo de Manuel Ángel González, y del big data de la mano de Juan Luis Fernández, Enrique de Andrés, Ana Cernea, Zulima Fernández e Ignacio Fernández.

Las últimas tendencias en salud se orientan hacia prevención, a través de la capacitación (o “empowerment”) de los pacientes, y a través de técnicas de gamificación. El artículo con el que nos ilustra Jorge Sánchez nos muestra cómo podemos aplicar las tecnologías de la información para lograr estos objetivos. Porque no olvidemos que nuestro estilo de vida y nuestro entorno influye mucho más en nuestra salud que la atención médica [4], [5], y somos los primeros interesados en mantenernos sanos.

Y como tener mejor salud es un asunto que nos interesa a todos, ¿y si juntamos en unas jornadas “maratonianas” a profesionales sanitarios, pacientes y desarrolladores para que identifiquen y construyan soluciones a los problemas a los que nos enfrentamos cuando sufrimos una enfermedad? Carlos Mateos nos cuenta en su artículo su experiencia al respecto, y el artículo que nos han preparado Rocío Molina y Javier Regueiro nos ilustra sobre cómo una aplicación móvil ha surgido de este Hackathon y puede ayudarnos a hacer un mejor uso de los servicios de salud.

Para acabar, una breve reflexión sobre las tecnologías de la información sanitarias.

La información es un activo que tiene unas características excepcionales:

  • Podemos compartirla sin deteriorarla.
  • Incrementamos su valor si se incrementa su uso.
  • Incrementamos su valor cuando la combinamos con otros datos.
  • Su valor se decrementa con el tiempo.

Por tanto, ya va siendo hora de que los informáticos seamos conscientes de que tenemos un gran poder y una gran responsabilidad: Proporcionar, a través de las tecnologías de la información, mecanismos para que pacientes y profesionales sanitarios puedan cuidar mejor de nuestra salud y de la de generaciones futuras. Está llegando un momento donde no se entenderá la atención sanitaria sin el apoyo de las tecnologías que abordamos en este especial. Mientras tanto pueden ir leyendo estos artículos, pero no lo dejen para pasado mañana, porque puede ser demasiado tarde. Disfruten de la lectura.

Referencias

[1] A. C. Clarke y J. Adsuar Ortega. Perfiles de futuro: investigación sobre los límites de lo posible. Barcelona: Luis de Caralt, 1977.

[2] CMMI Product Team. “CMMI for Development, Version 1.2 – CMMI-DEV, V1.2”. Software Engineering Institute, Carnegie Mellon University, 2006.

[3] ECRI Institute. “Top 10 patient safety concerns for healthcare organizations 2017: Executive brief”. 2017.

[4] G. Dahlgren y M. Whitehead. “Policies and strategies to promote social equity in health”. Stockholm: Institute for future studies, 1991.

[5] G. E. A. Dever. “An epidemiological model for health policy analysis”. Social Indicators Research, vol. 2, n 4, pp. 453-466, 1976.

[6] ISACA. “COBIT5 Un Marco de Negocio para el Gobierno y la Gestión de las TI de la Empresa”. ISACA, 2012.

[7] J. Thorp y Fujitsu Consulting. Center for Strategic Leadership, The information paradox : realizing the business benefits of information technology. Toronto: McGraw-Hill Ryerson, 2003.

[8] K. Beck et al. “Manifiesto por el Desarrollo Ágil de Software”. 2001. <http://agilemanifesto.org/iso/es/manifesto.html>. Último acceso: 9 de febrero de 2018.

[9] M. Climent. “El riesgo de los ‘wearables’ es hacer a la gente esclava de su salud”. El mundo, 31 de octubre de 2014.

[10] M. E. Porter. “Redefining health care: creating value-based competition on results”. Boston, Mass: Harvard Business School Press, 2006.

[11] PAe (Portal Administración Electrónica). “Métrica v.3”. <http://administracionelectronica.gob.es/pae_Home/pae_Documentacion/pae_Metodolog/pae_Metrica_v3.html#.WVEo9GjyjD5>. Último acceso: 9 de febrero de 2018.