Las Tecnologías de la Información en farmacia hospitalaria

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Resumen

Las tecnologías de la información están plenamente asentadas en el entorno sanitario en general y en la farmacia hospitalaria en particular, ayudando a mejorar la calidad, la seguridad y la relación coste-efectividad en el cuidado del paciente mediante el almacenamiento estructurado, recuperación y utilización de la información de salud de los pacientes y a través del registro electrónico de la prescripción, dispensación y administración de los medicamentos, de la automatización de la circulación de éstos a lo largo de la cadena de suministro y de la provisión de herramientas para la monitorización de la efectividad y seguridad de los tratamientos. Por este motivo, distintas organizaciones nacionales e internacionales abogan por que las organizaciones sanitarias dispongan de sistemas de información que permitan alcanzar estos objetivos. En el presente artículo se revisa la situación actual de las diferentes tecnologías de la información en el ámbito de la farmacia hospitalaria, tanto de sus funcionalidades como de su grado de implementación, así como los retos y desafíos que quedan por alcanzar. Asimismo, se revisa cual es el papel que debe jugar el farmacéutico de hospital en relación a su implicación en las tecnologías de la información. En un contexto en el que la complejidad en el uso de los medicamentos es cada vez mayor y la seguridad tiene máxima prioridad, el profesional farmacéutico debe entender y asimilar el valor que aportan las tecnologías de la información e implicarse no solo en su utilización, sino también en el desarrollo, implementación, evaluación y mejora continua de las mismas.

Emilio Monte Boquet

Jefe de Sección del Servicio de Farmacia del Hospital Universitari i Politècnic La Fe.

Emilio Monte Boquet es Doctor en Farmacia por la Universidad de Valencia. Farmacéutico especialista en Farmacia Hospitalaria. Farmacéutico Consultor (Conselleria de Sanidad, Generalitat Valenciana). Profesor Asociado Asistencial,  Departamento de Farmacología (Facultad de Farmacia. Universidad de Valencia). Jefe de Sección en el Servicio de Farmacia del Hospital Universitari i Politècnic La Fe y responsable de la Unidad de Atención Farmacéutica a Pacientes Externos (UFPE). Coordinador de la estrategia eUFPE del Servicio de Farmacia del Hospital Universitari i Politècnic La Fe. Máster en Farmacoterapia y Atención Farmacéutica Hospitalaria por el European Institute for Pharmaceutical Research and Education (EIPRE). Máster en Seguimiento Farmacoterapéutico al Paciente VIH/SIDA por la Universidad de Granada. Máster Gestión Hospitalaria por la Universidad de Alcalá de Henares. Máster en Salud Digital por la Universidad Europea Miguel de Cervantes. Diplomado Universitario en Nutrición por la Universidad de Valencia. Diplomado Universitario en Farmacología aplicada en Atención Farmacéutica por la Universidad de Valencia.

1. Introducción

En las últimas décadas, las Tecnologías de la Información (TI) han tenido un impacto muy significativo sobre la vida diaria de millones de personas, como consecuencia de los beneficios que supone el procesamiento automatizado de la información. En el entorno sanitario, las TI permiten el almacenamiento estructurado, recuperación y utilización de la información de salud de los pacientes de modo que facilitan enormemente la toma de decisiones. Además, las TI permiten el registro electrónico de la prescripción, dispensación y administración de los medicamentos, automatizan la circulación de estos a lo largo de la cadena de suministro y proveen de herramientas para la monitorización de la efectividad y seguridad de los tratamientos. En definitiva, las TI mejoran la seguridad del paciente, facilitan a los profesionales la provisión de una asistencia sanitaria de calidad y ayudan a los pacientes a obtener el máximo beneficio de sus tratamientos. Es por ello, que diversas organizaciones, tanto nacionales como internacionales, como el Institute of Medicine, Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organizations, National Patient Safety Foundation, American Medical Informatics Association, National Quality Forum, Healthcare Information and Management Systems Society o el Ministerio de Sanidad y Política Social, abogan por que las organizaciones sanitarias dispongan de sistemas de información que mejoren la calidad, la seguridad y el coste-efectividad en el cuidado del paciente [11].

El informe “To Err is Human: Building a Safer Health System”, publicado por el American Institute of Medicine (IOM) en 2000, señalaba que los errores asistenciales ocasionaban entre 44.000 y 98.000 muertes anuales en Estados Unidos, lo que suponía una mortalidad mayor que la causada por los accidentes de tráfico, el cáncer de mama o el SIDA [7]. Más aún, estudios publicados posteriormente en distintos ámbitos indican que esa cifra se queda corta y que el impacto es muy superior. Por este motivo, la seguridad en el ámbito de la salud es una prioridad y es necesario poner en marcha todo tipo de iniciativas para alcanzar el máximo nivel posible.

Las estrategias para prevenir y disminuir los errores de medicación (EM) deben basarse fundamentalmente en intervenciones sobre los sistemas, más que sobre las personas, y las nuevas tecnologías son herramientas que potencialmente mejoran el uso de los medicamentos [12]. En este sentido el mencionado informe del IOM, entre otras, plantea las siguientes recomendaciones para evitar errores: evitar la confianza en la memoria, uso de guías y procesos encadenados, simplificación y estandarización de procesos, mejorar el acceso a información en tiempo real e implantar mecanismos que permitan el aprendizaje. Por ello, los hospitales deben invertir en tecnologías que permitan mejorar la seguridad del paciente, percibiéndose como campos de máximo interés sus aplicaciones a la información y comunicación aplicadas sobre la historia clínica electrónica y a la recogida, archivo y difusión de informes e imágenes [7].

La Farmacia Hospitalaria (FH) es una especialización farmacéutica que se ocupa de servir a la población en sus necesidades farmacoterapéuticas, a través de la selección, adquisición, preparación, control, dispensación, información de medicamentos y otras actividades orientadas a conseguir una utilización apropiada, segura y coste-efectiva de los medicamentos y productos sanitarios, en beneficio de los pacientes atendidos en el hospital y su ámbito de influencia [2]. La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), reconoce el importante papel de las TI en el ámbito de la FH y en su estrategia 2020 “Hacia el futuro con seguridad” [5] define como primera línea estratégica “incorporar las nuevas tecnologías para que permitan mejorar la organización y calidad del servicio de farmacia, así como la seguridad y cuidado integral en el proceso farmacoterapéutico del paciente”. En relación a las TI en concreto, dentro de esta línea estratégica define como objetivos que en el año 2020 el 80% de los servicios de farmacia dispongan de:

  • Sistemas informáticos de gestión de procesos integrados.
  • Sistema de prescripción electrónica asistida (PEA), conectado y/o integrado en la historia clínica, que incluya bases de datos de información de medicamentos para la toma de decisiones clínicas.
  • Sistemas que faciliten el control, la trazabilidad y la seguridad en el proceso de preparación y/o manipulación de medicamentos de riesgo y/o preparación compleja.
  • Sistema integrado en la historia clínica para el registro de la administración de medicamentos, que incluya bases de datos de apoyo a la administración.
  • Sistema de verificación por código de barras, radiofrecuencia o similar en las unidades donde se administran medicamentos de alto riesgo, que en el momento de la administración compruebe paciente/medicamento y garantice en todo momento la correcta administración.

En cuanto a la situación actual de los servicios de farmacia españoles en relación a la implantación de TI, según datos de la SEFH publicados en el Informe 2015 sobre la situación de los Servicios de Farmacia Hospitalaria en España [10], casi tres de cada cuatro hospitales disponen de historia clínica electrónica y en menos de un centro de cada cuatro la historia clínica es única con Atención Primaria, llegando a un 35% en los hospitales de mayor tamaño. Por su parte, la prescripción electrónica se encuentra implantada en tres de cada cuatro hospitales para pacientes ingresados y alrededor de la mitad en pacientes externos y ambulantes. Por el contrario, el registro electrónico de la administración de medicamentos en pacientes hospitalizados se encuentra a un nivel próximo al 40%. Casi todos los servicios de FH disponen de una aplicación informática para la gestión logística de compra y almacén y ocho de cada diez servicios de FH que preparan citostáticos disponen de una aplicación informática para la validación y preparación de los mismos (proporción que aumenta hasta el 95% en los hospitales de mayor tamaño con un mayor volumen de actividad en esta área). Se obtienen porcentajes muy similares para la elaboración de las nutriciones parenterales, mientras que las aplicaciones para la gestión de ensayos clínicos y de farmacocinética se encuentran más limitadas (alrededor de uno de cada cuatro hospitales). A la vista de estos datos, si bien la situación no es mala, existe un evidente margen de mejora.

2. Tecnologías de la Información en el ámbito de la farmacia hospitalaria

En la actualidad las TI resultan indispensables en la práctica diaria de los servicios de FH. Entre ellas, se pueden destacar herramientas informáticas destinadas a:

  • Gestión logística del medicamento (compras, inventarios).
  • Trazabilidad.
  • Registro electrónico de datos de salud.
  • Prescripción electrónica.
  • Sistemas de soporte a la decisión clínica.
  • Validación de la prescripción.
  • Dispensación de medicamentos.
  • Administración de medicamentos.
  • Seguimiento farmacoterapéutico de los pacientes.
  • Nutrición parenteral.
  • Farmacocinética (ajustes del tratamiento en función de los niveles de fármaco en sangre).
  • Formulación magistral.
  • Gestión de ensayos clínicos.
  • Información al alta.
  • Telefarmacia.
  • Herramientas 2.0.
  • Otras (soluciones específicas para determinadas áreas, procesos o actividades).

En la actualidad las TI resultan indispensables en la práctica diaria de los servicios de FH

A la vista de la lista anterior, resulta evidente la dependencia de los servicios de FH de las TI. Aunque no es objeto de este artículo revisarlas todas, vamos a comentar algunos aspectos de las más importantes. Sin duda, una de las utilidades más implantadas en los servicios de FH son los programas de gestión, que permiten llevar a cabo una adecuada gestión logística del medicamento (compras, inventarios, salidas) ajustando las existencias de cada especialidad farmacéutica en función de su consumo y necesidades (con el consiguiente ahorro derivado de la reducción de stock inmovilizado) sin comprometer su disponibilidad en el momento en que se necesita y en la cantidad adecuada.

Otra de las áreas en las que hay destacada presencia de las TI es en los sistemas de prescripción electrónica asistida (PEA). A nivel intrahospitalario, la prescripción electrónica está presente desde hace muchos años, siendo el área ambulatoria la que en la actualidad se encuentra en fase de expansión. Se trata de sistemas que permiten el registro electrónico de las órdenes médicas incorporando, en las soluciones más avanzadas, información relativa a los medicamentos que sirven de ayuda en el momento de la prescripción (por ejemplo alertando sobre dosis, posibles interacciones, advertencias especiales, posibles restricciones, coste…). Los sistemas de PEA tienen un impacto positivo en términos de calidad (se evitan errores de transcripción, órdenes incompletas o problemas de identificación, mejoran el registro de la información y su posterior acceso y explotación, disminuyen la variabilidad clínica y, en definitiva, favorecen una mejor práctica asistencial), de proceso (agilizan los procesos de prescripción y dispensación, ponen a disposición del prescriptor información relevante en el momento de la prescripción, facilitan la aplicación de protocolos terapéuticos y permiten el acceso virtual en cualquier momento y/o lugar), de seguridad (proporcionando información y recomendaciones para la prescripción, evitando posibles riesgos y errores) y de coste (tanto por una mejor gestión del proceso, reduciendo errores e inversión de tiempo, como por la mejora en la imputación de costes por paciente).

Los sistemas de soporte a la decisión clínica (SSDC) son herramientas informáticas diseñadas para ayudar a los profesionales sanitarios en la toma de decisiones clínicas y terapéuticas, con la finalidad de mejorar la atención a los pacientes. Estos sistemas pueden utilizarse tanto en diagnóstico como en tratamiento o en prevención y, además, pueden ser de utilidad para cualquier profesional del equipo asistencial. No obstante, en el campo de la utilización del medicamento es donde más han evolucionado. En este caso, los SSDC integran información sobre medicamentos y datos relacionados con la situación clínica de los pacientes, combinándolos y activando, mediante criterios de decisión estructurados dentro del sistema informático, los procesos de alerta en los casos en que la utilización de un medicamento requiera una acción determinada según las características clínicas del paciente. De este modo, el sistema presenta recomendaciones al profesional adecuado, en el momento preciso, y ofreciendo alternativas relacionadas específicamente con las características del paciente. Los SSDC pueden dirigirse a todas las fases del proceso de utilización de los medicamentos (prescripción, validación, administración, seguimiento, etc.), si bien son más efectivos en las fases tempranas del mismo, como es la prescripción. La implementación de este tipo de tecnología puede ayudar de una forma muy determinante a la prevención de EM, a la mejora en la adecuación de la prescripción a las condiciones clínicas de los pacientes e incluso, como consecuencia de lo anterior, a la disminución de la estancia hospitalaria. Aunque pueden utilizarse de forma generalizada, los SSDC también pueden diseñarse para focalizar la atención en poblaciones de mayor riesgo, como pueden ser los pacientes ancianos, pediátricos, pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos o pacientes polimedicados, en los que la probabilidad de EM es mayor [9].

Los sistemas de soporte a la decisión clínica (SSDC) son herramientas informáticas diseñadas para ayudar a los profesionales sanitarios en la toma de decisiones clínicas y terapéuticas, con la finalidad de mejorar la atención a los pacientes

En relación a las tecnologías de la información y comunicación (TIC), la telefarmacia está cada vez más presente en los servicios de FH. La telefarmacia se puede definir como la utilización por parte del farmacéutico de tecnología de telecomunicación para la supervisión de procesos de su práctica asistencial o para la provisión de atención farmacéutica a sus pacientes. Esta tecnología ha demostrado su utilidad en aspectos tales como la revisión y monitorización de tratamientos, dispensación de medicamentos, supervisión y verificación de la elaboración de productos estériles y no estériles, seguimiento farmacoterapéutico, información de medicamentos y educación sanitaria, recogida de resultados en salud, consulta farmacéutica, consulta con otros profesionales o como soporte de decisión, aunque sus posibilidades no se limitan a estos campos. La telefarmacia puede ser una tecnología especialmente útil como soporte para actividades relacionadas con el medicamento cuando el farmacéutico no está físicamente presente o en entornos con recursos farmacéuticos limitados (determinadas zonas geográficas, hospitales pequeños, horario de guardia…)[4].

Dentro del ámbito de las TIC, tampoco podemos ignorar iniciativas de salud 2.0 que se están llevando a cabo cada vez en mayor medida en el ámbito de la FH. En efecto, las herramientas y proyectos de salud 2.0 han ido emergiendo en los últimos años como facilitadores clave para que los distintos grupos de interés del entorno sanitario (pacientes, profesionales, organizaciones, administraciones, industria farmacéutica…) alcancen sus objetivos en ámbitos muy diversos, tales como la cultura en salud (sindicación de contenidos, podcasts, vídeos, herramientas de búsqueda, información sobre avances y desarrollo…), educación en salud (desarrollo profesional para personal sanitario, promoción de la salud), gestión de la enfermedad (herramientas para pacientes), intercambio de información (blogs, información sobre resultados en pacientes, agregadores de información para uso personal e investigación científica…) o colaboración y práctica (herramientas para profesionales sanitarios de búsqueda de información y toma de decisiones, desarrollo e innovación de productos). Evidentemente la FH no ha sido ajena a este fenómeno y se han puesto en marcha diversos proyectos centrados tanto en los pacientes como en el propio entorno profesional.

Como ejemplo de iniciativas de salud 2.0 promovidas desde el ámbito de la FH, vamos a comentar brevemente dos proyectos muy diferentes entre sí que están muy consolidados. Por una parte, el proyecto Stop Errores de Medicación es una iniciativa centrada en la seguridad del paciente surgido en la red social Twitter como una iniciativa espontánea y colaborativa, que permite ver el verdadero potencial de las redes sociales aumentando la comunicación entre profesionales y haciendo que el intercambio de información sea rápido y sencillo. Se trata de una plataforma cuyo objetivo es la difusión de potenciales errores de medicación para que, en la medida de lo posible, puedan ser evitados. Todas las publicaciones van dirigidas principalmente a los profesionales sanitarios responsables de la farmacoterapia de los pacientes. Es un proyecto multidisciplinar, colaborativo y basado en las nuevas TIC que en la actualidad cuenta con una plataforma principal en una web pero que también tiene presencia en diferentes redes sociales (Facebook, Twitter..) para que la difusión de la información sea la mayor posible.

Por otra parte, la Unidad de Atención Farmacéutica a Pacientes Externos del Servicio de Farmacia del Hospital La Fe de Valencia dispone de una estrategia 2.0 (eUFPE) dirigida a sus pacientes y a la población en general, que en la actualidad, está constituida por:

  • Página web: abierta desde el año 2000, recopila todo tipo de información sobre la unidad, así como recursos de información de medicamentos y recopilación de enlaces de interés. En la actualidad está desarrollada en HTML5 de modo que está optimizada para su utilización en dispositivos móviles.
  • Blog: se puso en marcha en 2009 y es uno de los núcleos centrales del proyecto eUFPE. En el blog se publican posts con informaciones de interés para pacientes, novedades farmacoterapéuticas, consejos sanitarios, recomendación de enlaces, noticias, artículos de opinión…
  • Página de Facebook: abierta en 2011, se utiliza fundamentalmente para difusión y amplificación de la actividad desarrollada en el blog y en Twitter.
  • Cuenta de Twitter: también fue abierta en 2011 y supone una vía de contacto con el paciente cercana, accesible y dinámica, al tratarse de un canal de comunicación ágil y eficaz. Su finalidad es la transmisión de mensajes concisos en salud, recomendación de webs, difusión del contenido del blog y de la web…
  • Canal de YouTube y tablero de Pinterest: abiertos ambos en 2014, su finalidad es recopilar material audiovisual (vídeos, infografías, fotografías…) de interés para los pacientes.
  • Semanario digital Paper.Li: periódico digital que se abrió en 2014 y que se publica con una periodicidad semanal (todos los miércoles a las 21h, hora de España).
  • Portal eDruida: puesto en marcha en febrero de 2017, se trata de una iniciativa para el empoderamiento y formación de ciudadanos y pacientes en el uso de medicamentos y en farmacoterapia.

Finalmente, en cuanto al resto de TI, en la actualidad tienen especial relevancia en FH los sistemas para la gestión de todo tipo de sistemas automatizados (para dispensación, gestión de almacén, elaboración de medicamentos citostáticos…), cada vez más presentes en los servicios de FH, y los sistemas destinados a garantizar el registro de trazabilidad de los medicamentos durante todas las fases de su utilización, desde su entrada en el hospital hasta su administración al paciente.

3. Papel del farmacéutico de hospital respecto a las Tecnologías de la Información

La creciente e imparable demanda e introducción de las TI en el entorno sanitario ha creado la necesidad de contar con una destacada presencia de profesionales de este campo en las instituciones sanitarias. Más aún, se ha identificado la necesidad de contar con perfiles profesionales que tengan conocimientos y habilidades suficientes como para crear una interface exitosa y segura entre las TI y el sistema sanitario. Este perfil profesional debe ser buen conocedor del sistema sanitario, de las TI y de las personas, procesos y cultura de las organizaciones. La intersección de estas competencias ha dado lugar al perfil denominado informático biomédico o informático de la salud, si bien más recientemente ha sido bautizado también como informático clínico. Dentro de esta disciplina, también se habla del informático farmacéutico para definir al perfil del informático clínico centrado en el manejo efectivo y en la gestión de los datos, información y conocimiento que se genera entre los distintos sistemas que soportan el ciclo de utilización del medicamento [1].

La intersección de estas competencias ha dado lugar al perfil denominado informático biomédico o informático de la salud, si bien más recientemente ha sido bautizado también como informático clínico

Independientemente de las distintas denominaciones posibles, es un hecho que la introducción de las TI en el ámbito de la FH ha llevado a distintas sociedades científicas a la creación de grupos de trabajo específicos en esta materia y a la definición del papel del farmacéutico en el contexto de la informática en el ámbito de la salud. En efecto, el farmacéutico de hospital debe ser consciente de la importancia del conocimiento técnico aplicado a los sistemas de información y al circuito de utilización de medicamentos, a fin de mejorar el cuidado del paciente, asegurando que las nuevas tecnologías conducen a una utilización más efectiva y segura de los medicamentos. Por tanto, se hace necesario definir el perfil, funciones y responsabilidades del farmacéutico de hospital en este ámbito de la práctica farmacéutica española. Además, en función de las características del hospital y del grado de implantación de TI, puede ser recomendable que cada servicio de FH considere establecer una nueva área de actividad y la definición de las funciones, conocimientos y habilidades de un farmacéutico coordinador de la misma [11,1].

En la tabla 1 se recogen las funciones que el farmacéutico debe asumir en el campo de las TI definidas por el grupo TECNO de la SEFH [11].

FUNCIONES DETALLE
Selección y evaluación de NT
  • Identificar, coordinar y participar en el desarrollo de los proyectos para la implantación e implementación de NT en el proceso del uso del medicamento en el servicio de farmacia, en el hospital y/o área sanitaria.
  • Planificar y establecer, en coordinación con el jefe de servicio de FH y otros departamentos implicados, las necesidades en NT, considerando la infraestructura, recursos humanos y materiales y su cronograma de implantación.
  • Evaluar las NT de la salud y su aplicabilidad en el circuito de utilización del medicamento, teniendo en cuenta aspectos relacionados con la seguridad y su impacto económico y social.
  • Ser el interlocutor con proveedores, usuarios intermedios y finales, así como con el Servicio de Informática u otros relacionados con el desarrollo de NT.
Implantación de la utilización de NT
  • Participar en Comités de desarrollo de estándares, protocolos y procedimientos en el uso de tecnologías aplicadas al medicamento, en relación a terminología, criterios de uso, seguridad y otros aspectos relacionados.
  • Colaborar en la definición de las nuevas competencias de los profesionales sanitarios en el uso de la tecnología.
  • Colaborar en la elaboración de los procedimientos normalizados de trabajo de los procesos implicados. Establecer en dichos procedimientos los indicadores para asegurar la calidad y eficiencia del proceso.
  • Participar activamente en el desarrollo, priorización y determinación de los SSDC. Colaborar activamente en el desarrollo y mantenimiento de las bases de datos de apoyo (medicamentos, protocolos, vías clínicas, y otras).
  • Colaborar con otros profesionales en asegurar que los sistemas de soporte son interoperativos y la trasmisión de la información clínica se realiza con seguridad y confidencialidad.
  • Agregar, analizar e interpretar datos de los sistemas de información clínica para mejorar el resultado en el paciente.
  • Identificar problemas (del sistema o aplicación), sugerir soluciones y participar en su resolución.
  • Colaborar en el establecimiento del procedimiento de mantenimiento y plan de contingencia.
Evaluación de resultados de la utilización de NT
  • Valorar los puntos vulnerables del sistema o aplicación en el uso de los medicamentos que puedan conducir a un EM e implementar estrategias preventivas.
  • Monitorización y seguimiento de indicadores de calidad y eficiencia en el uso de las NT
  • Implementación de medidas de mejora continua.
Docencia y formación
  • Participar activamente en la formación continuada del personal del servicio de FH y de profesionales de otros servicios del hospital.
  • Colaborar y participar activamente en el plan de formación pregrado y postgrado de otros profesionales sanitarios.
Investigación
  • Promover y participar, en colaboración con otros profesionales de la salud, en proyectos de investigación e innovación sobre NT.
Conocimientos
  • Conocimiento global de todos los procesos internos del servicio de farmacia y aquellos del hospital que afecten a la farmacoterapia.
  • Conocimientos avanzados de los sistemas de información (tanto en el servicio de FH, como en el hospital y el área sanitaria).
  • Conocimientos básicos de los programas informáticos.
  • Conocer los estándares existentes en la informática médica.
  • Conocimientos actualizados de farmacia práctica y de terapéutica, en el contexto de cómo la automatización afecta a la práctica diaria, de tal forma que permitan identificar áreas de mejora.
  • Conocimientos de seguridad en el proceso de utilización de medicamentos (gestión clínica, dispensación, distribución y administración).
  • Conocimientos que le permitan determinar si un software captura y maneja los datos adecuadamente, y si permitirá obtener como resultado una información útil.
  • Conocimientos de métodos de evaluación de calidad, a fin de analizar la aplicabilidad y seguridad de las tecnologías.
Habilidades
  • Planificación, organización y coordinación.
  • Orientación a resultados y a calidad.
  • Capacidad de análisis crítico de los procesos, a fin de conocer si una tecnología puede ser aplicada.
  • Capacidad de manejar datos y realizar análisis estadísticos de los mismos, de tal manera que se transformen en información útil y conocimiento.
  • Capacidad de comunicación e integración.
  • Capacidad de trabajo en equipo.
  • Resolución de conflictos.
  • Capacidad para la docencia e investigación.

Tabla 1. Funciones que el farmacéutico debe asumir en el campo de las TI (grupo TECNO – SEFH). NT: nuevas tecnologías.

4. Retos

Si bien el uso de TI en el entorno sanitario en general y en FH en particular está ampliamente extendido, existen algunos retos y desafíos en relación a aspectos que todavía no están bien resueltos [3]. Sin ánimo de hacer una revisión exhaustiva, algunos de los retos más importantes son los siguientes:

  • Interoperabilidad. Entendida como el grado en que los sistemas y dispositivos son capaces de intercambiar datos e interpretar los datos compartidos, la interoperabilidad es un aspecto clave para obtener el máximo beneficio de la TI en el ámbito del medicamento. Si bien existen estándares para el registro e intercambio de información entre distintos sistemas, la realidad es que en la actualidad todavía existen muchos sistemas de información que trabajan de forma aislada y no comparten datos, lo que limita en gran medida su utilidad.
  • Fatiga de alertas. Como ya se ha comentado, los sistemas de prescripción electrónica incluyen un potente sistema de alertas de seguridad que suponen un importante instrumento de soporte para la toma de decisiones clínicas en el momento de la prescripción. Sin embargo, diversos estudios han puesto de manifiesto que dichas alertas son ignoradas en un elevado porcentaje (hasta por encima del 90%). Esto se debe al fenómeno conocido como fatiga de alertas, que se define como el estado mental resultante de recibir demasiadas alertas que consumen tiempo y energía mental, y que puede ser la causa de que alertas relevantes clínicamente, puedan pasar inadvertidas entre aquellas que no lo son. Por tanto, es especialmente importante optimizar el sistema de alertas tanto en número como en calidad para obtener el máximo beneficio posible de las mismas [8].
  • Interfaces adecuadas. A pesar de la amplia distribución de TI en el ámbito sanitario, es raro encontrar usuarios que hagan uso de todo su potencial. Además, muchos de ellos manifiestan cierto descontento con la obligación de tener que utilizar determinados sistemas. Más allá de la reticencia a los cambios o de la mayor o menor destreza de cada usuario, muchas veces el fracaso de algunas TI es debido al inadecuado interface que presentan, haciendo que sea difícil su implementación sencilla y ágil en el contexto de la práctica asistencial. En este sentido, aunque la situación va mejorando con el tiempo, sigue siendo necesario trabajar este aspecto y para ello es importante implicar a los usuarios finales en el desarrollo de los programas.
  • Trazabilidad. Siendo la trazabilidad un aspecto especialmente relevante en el circuito de utilización del medicamento, puesto que implica que cada dosis esté inequívocamente identificada mediante el código estandarizado más adecuado, la realidad es que los medicamentos se comercializan con una identificación incompleta que impide que los sistemas de información incorporen fácilmente toda la información necesaria y exista todavía un bajo control del proceso.
  • Soporte técnico. En determinados contextos clínicos, la dependencia casi absoluta de los sistemas informáticos hace que, en caso de fallos, la actividad asistencial no pueda llevarse a cabo. En este sentido, las organizaciones deben hacer un esfuerzo para dotarse de los recursos necesarios para garantizar la asistencia técnica lo más rápidamente posible.
  • Buen uso de redes sociales. Dentro de las nuevas TIC, las redes sociales suponen un canal de comunicación ágil, potente y abierto que puede incidir muy positivamente en el ámbito profesional. Sin embargo, su uso no está exento de riesgos que pueden tener consecuencias graves. Por ello, es importante avanzar en el buen uso de estos nuevos canales de comunicación con el objetivo de que estas herramientas se utilicen con la máxima profesionalidad, además de enriquecer el conocimiento terapéutico con la potenciación del trabajo colaborativo y de la inteligencia colectiva que está cambiando la relación entre los profesionales, las organizaciones sanitarias y los pacientes. En este sentido, desde la SEFH se consideró prioritario publicar un conjunto de recomendaciones básicas en cuanto a la utilización de las redes sociales, y que se muestran a continuación [6].

Si bien el uso de TI en el entorno sanitario en general y en FH en particular está ampliamente extendido, existen algunos retos y desafíos en relación a aspectos que todavía no están bien resueltos

Recomendaciones para el uso de las redes sociales para farmacéuticos de hospital (12 consejos que deberías tener en cuenta antes de lanzarte a la red):

  1. Respeta la privacidad de los pacientes y la confidencialidad.
  2. Vigila tu propia presencia en Internet, incluida la información que otros publiquen sobre ti.
  3. Mantén los límites adecuados de la relación profesional sanitario-paciente, en conformidad con las normas éticas profesionales, como se haría en cualquier otro contexto.
  4. Separa tu perfil personal del profesional.
  5. Contribuye a detectar y corregir contenidos farmacoterapéuticos y/o biomédicos poco contrastados.
  6. Recuerda que las acciones realizadas en la red y el contenido inadecuado publicado puede afectar negativamente a tu reputación entre los pacientes y los compañeros de profesión.
  7. Difunde información contrastada y de calidad, citando la fuente original. Evita difundir información publicitaria, poco contrastada y no referenciada.
  8. Consulta la fuente original cuando promociones información farmacoterapéutica publicada por otros.
  9. Asegúrate de que el contenido y la forma de expresión de la información que difundes sean apropiados para la audiencia a la cual te diriges.
  10. Mantén una actividad periódica mínima para posicionar tu presencia en la red social.
  11. Sigue a otros usuarios de forma racional en base a cuentas de organizaciones sanitarias y profesionales de prestigio.
  12. Publica en abierto bajo licencia Creative Commons Attributions 4.0 permitiendo así la difusión de tus contenidos  pero sin perder el crédito de la autoría.

5. Conclusión

Las TI están plenamente asentadas en el entorno sanitario y la dependencia de las mismas es cada vez mayor. Los profesionales de la FH deben entender y asimilar el valor que aporta un uso efectivo de las TI si quieren tener relevancia en el futuro, especialmente en un contexto en el que la complejidad en el uso de los medicamentos es cada vez mayor y la seguridad sigue siendo una prioridad. Aquellos profesionales que no reconozcan esta importancia y no se preparen para ello, no solo perderán una oportunidad sino que estarán en clara desventaja. Además, el farmacéutico no debe implicarse solamente como usuario de las TI sino también en el desarrollo, implementación, evaluación y mejora continua de las mismas.

Referencias

[1] American Society of Health-System Pharmacists. “ASHP statement on the pharmacist’s role in clinical informatics”. American Journal of Health-System Pharmacy, 73, pp. 410–3, 2016.

[2] Comisión Nacional de Farmacia Hospitalaria. “Programa Oficial de Formación en la Especialización de Farmacia Hospitalaria”. Consejo Nacional de Especializaciones Farmacéuticas. Ministerio de Sanidad y Consumo, 1999.

[3] D. Hillblom, A. Schueth, S. M. Robertson, L. Topor, G. Low. “The impact of information technology on managed care pharmacy: today and tomorrow”. J Manag Care Spec Pharm., 20(11), pp. 1073-9, 2014.

[4] E. Alexander, C. D. Butler, A. Darr, M. T. Jenkins, R. D. Long, C. J. Shipman y T. P. Stratton. “ASHP Statement on Telepharmacy”. American Journal of Health-System Pharmacy, 74(9), pp. 236-241, 2017.

[5] Grupo 2020 de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria. “Hacia el futuro, con seguridad”. Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria.

[6] J. C. Juárez, L. C. Fernández-Lisón y E. Monte. “Recomendaciones para el uso de las redes sociales para farmacéuticos de hospital (12 consejos que deberías tener en cuenta antes de lanzarte a la red)”. Farm Hosp., 38(2), pp. 86-88, 2014.

[7] L. T. Kohn, J. M. Corrigan y M. S. Donaldson. To Err is Human: Building a Safer Health System. Committee on Quality of Health Care in America. Institute of Medicine. Washington, DC: National Academy Press; 2000.

[8] M. J. Cuéllar, J. Reig, I. Font y J. L. Poveda. “Reducción de la fatiga por alertas en un sistema de prescripción electrónica asistida, mediante la metodología Lean Six Sigma”. Farm Hosp., 41(1), pp. 14-30, 2017.

[9] N. Solà, A. M. Álvarez, C. Codina y TECNO Work Group de SEFH. “The role of the Pharmacist in the design, development and implementation of Medication Prescription Support Systems”. Farm Hosp, 40(6), pp. 457-476, 2016.

[10] Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH). “Informe 2015 sobre la situación de los Servicios de Farmacia Hospitalaria en España: infraestructuras, recursos y actividad”. SEFH, 2016.

[11] T. Bermejo y Grupo TECNO. “Papel del farmacéutico de hospital en las nuevas tecnologías en el sector sanitario”. Farm Hosp, 34(2), pp. 56–58, 2010.

[12] T. Bermejo Vicedo y C. Pérez Menéndez Conde. “Aplicación de las nuevas tecnologías a la farmacia hospitalaria en España”. Farm Hosp, 31, pp. 17-22, 2007.