Blockchain veo, Blockchain quiero. Blockchain en el sector público ¿una posibilidad real?

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Novatica 241 Blockchain Environment

Resumen

En general, la introducción de tecnologías innovadoras y su asimilación por las Administraciones Públicas sucede con mayor retraso, o más lentamente, que en el sector privado, a pesar de que el sector público puede beneficiarse tanto o más que la mayor parte de las entidades privadas. Un claro ejemplo son las tecnologías blockchain, que pueden tener gran impacto y beneficio para la sociedad mediante proyectos impulsados por el sector público.
El paradigma o protocolo Blockchain aborda las soluciones de forma descentralizada, algo que suele necesitar de cambios a nivel de procesos administrativos o de negocio en los organismos implicados.
Elegir los procesos idóneos donde Blockchain puede aportar una mejora real, e involucrar a todos los agentes implicados, reduciendo su posible resistencia al cambio y exponiendo sus potenciales beneficios, es de suma importancia para el éxito de la adopción de soluciones basadas en blockchain en el sector público.
En este artículo se destacan algunos casos de uso en ámbitos donde la aplicación de blockchain puede cobrar más sentido.

Luis Meijueiro

Investigador del equipo Blockchain de CTIC Centro Tecnológico.

Luis Meijueiro

Investigador del equipo Blockchain de CTIC Centro Tecnológico. Solutions & Community Builder en The Teloscope, Block Producer de la red blockchain Telos

Luis Meijueiro es Licenciado en Informática por la Universidad de Deusto. De los más de 10 años trabajando en CTIC Centro Tecnológico destaca su experiencia en Consultoría de Innovación, Gestión del Conocimiento, Datos Abiertos y Sistemas Descentralizados. Desde 2015 ha estado investigando las tendencias y tecnologías alrededor del paradigma Blockchain, y su aplicación real en productos y servicios innovadores para empresas y entidades públicas.

Rubén Luque

Investigador del equipo Blockchain de CTIC Centro Tecnológico

Rubén Luque

Investigador del equipo Blockchain de CTIC Centro Tecnológico. Backend Developer en The Teloscope, Block Producer de la red blockchain Telos.

Rubén Luque es Ingeniero en Informática por la Universidad de Oviedo, tiene gran experiencia en metodologías de desarrollo de software, y un especial interés en el campo de los sistemas distribuidos. Lleva involucrado desde 2017 en proyectos relacionados con tecnologías Blockchain, en las que actualmente se encuentra desarrollando su trabajo fin de máster.

1. El mito de Blockchain

Antes de nada, conviene diferenciar entre los términos Blockchain (cadena de bloques) y Distributed Ledger Technology (DLT, o tecnologías de registro distribuido), pues a menudo se emplean indistintamente, aunque en realidad pueden diferir en técnicas y tecnologías.

Un Distributed Ledger, es un sistema de bases de datos sincronizadas cuyas tablas y registros se encuentran distribuidos de forma replicada por múltiples sitios de una red. Estos registros distribuidos proporcionan un historial auditable de información, son visibles para cualquiera que pertenezca a la red, y su replicación y sincronización puede emplear mecanismos de consenso parecidos a los usados por alguna plataforma blockchain.

Blockchain, por su parte, se diferencia respecto a los registros distribuidos tipo DLT, al agrupar varias transacciones (datos) en bloques criptográficos, enlazados éstos mediante el hash del bloque anterior, formando una cadena secuencial irreversible. Esta forma de registro solo permite agregar datos, pero no su borrado, por lo que recibe el calificativo de “inmutable”. Blockchain utiliza un sistema de consenso (algoritmo, como PoW, PoS, etc.) para determinar cómo se añaden los nuevos bloques a la cadena, a diferencia de los DTLs que no requieren de tal cadena.

Por simplificar, podríamos decir que Blockchain usa un tipo especial de registro distribuido, con unas características propias derivadas de su origen en la red Bitcoin [12] de transacciones de moneda electrónica. Sin embargo, no todos los registros distribuidos son Blockchain.

Una vez entendidas las diferencias sustanciales entre DLT y Blockchain, podremos darnos cuenta de que una mayoría de productos, servicios y proyectos, supuestamente basados en Blockchain, en realidad no son tal, ya que suelen despojarla de gran parte de su sentido y verdadera utilidad, quedándose, en el mejor de los casos, con ciertas características de un registro distribuido. Es más, no pocas veces la solución propuesta ni siquiera necesitaría Blockchain, pues podría configurarse una solución idónea, incluso más eficiente y menos costosa, empleado las “tradicionales” bases de datos (relacionales o no estructuradas).

Conviene preguntarse si no será un excesivo afán de aprovechar el “tirón mediático” del término Blockchain lo que ha llevado a “matar moscas a cañonazos”, y si aplicar de forma inadecuada o forzada una tecnología innovadora y disruptiva no será la causa de la crítica extendida “Blockchain es una tecnología en busca de un problema que resolver”.

Mucho se ha escrito ya sobre los beneficios potenciales de aplicar Blockchain a tal o cual sector, y de las maravillosas (cuando no fantásticas) posibilidades de solución que ofrece a complejos problemas de casi toda índole. No será pues objeto de este artículo enumerarlos de nuevo, ya que la literatura al respecto es abundante y está al alcance del lector.

La clave a tener en cuenta es que el término Blockchain equivale a descentralización, y no solo de las infraestructuras tecnológicas, sino también una descentralización de tipo decisorio o político, respecto al diseño, uso y evolución de dichas infraestructuras. Esto es algo a lo cual muchos negocios y sectores suelen ser reticentes, fundamentalmente por la impresión de “pérdida de control” o pérdida de “posición dominante”. Más aún en el caso de instituciones u organismos públicos, conformados muchos de ellos como importantes “centralizadores” de procesos o servicios [11].

Es importante por tanto que las empresas implantadoras, y los clientes de sus servicios, distingan dónde sí y dónde no tanto, cómo sí y cómo no, resulta adecuado el empleo de Blockchain. Para ello hay que partir no solo de un conocimiento técnico, sobre el estado de las diversas plataformas blockchain, sus respectivas diferencias, y sus actuales barreras y limitaciones, sino también de un conocimiento de negocio. Resulta fundamental conocer la realidad del sector empresarial o público a tratar, la cultura de negocio predominante en el mismo, o su grado de resistencia al cambio. Toda esta información, técnica y de negocio, es vital para poder proporcionar una acertada prescripción de soluciones basadas en Blockchain.

2. La aplicación de Blockchain en el sector público

Probablemente uno de los escenarios de aplicación de Blockchain en el sector público que más eco ha teniendo últimamente sea su empleo en el sector sanitario o de la salud.

Algunos informes [5] arrojan datos abrumadores sobre la percepción de diferencias significativas entre Comunidades Autónomas en cuanto a calidad y sostenibilidad de su asistencia sanitaria. Usuarios y profesionales sanitarios creen necesario disponer de mejores herramientas para medir y evaluar dicha calidad. Así pues parece razonable implantar un sistema de gestión de la calidad que permita conocer y evaluar la misma a todas las partes interesadas, ya sean gestores, profesionales de la salud o (pacientes) usuarios del sistema, todo ello de forma colaborativa, transparente, y también, por qué no, descentralizada [13]. ¿Podría plantearse Blockchain como una opción real para incrementar los estándares de calidad? ¿Estarían todas las partes implicadas dispuestas a colaborar sin coartar o censurar al resto?

En cualquier solución Blockchain, las partes implicadas deben resultar beneficiadas de algún modo, aunque sea de manera indirecta, de forma económica o inmaterial. Si alguna de las partes no percibe beneficios o si considera que puede resultar perjudicada, difícilmente se logrará su implicación, lo cual reducirá la aplicabilidad de la solución blockchain en el ámbito real del día a día.  Implantar Blockchain con éxito exige que todos logren más beneficios que perjuicios.

Otras propuestas de aplicación de Blockchain al campo de la salud se centran principalmente en aprovechar el registro distribuido subyacente en cualquier plataforma blockchain. A veces tomándolo como “homogeneizador” de la infraestructura común de datos, tratando con ello de mejorar la interoperabilidad de los datos de salud, y otras veces usándolo como una especie de base de datos alternativa “muy segura” donde guardar cierta información, por ejemplo sobre historiales médicos, sobre la trazabilidad de fármacos [3], u otras.

Tampoco hay que olvidar que este sector implica el manejo de datos especialmente “sensibles”, por lo que, generalmente, se opta por emplear una “Blockchain privada”, o “red permisionada” (con acceso por permiso), una solución que exige tener identificados a todos sus participantes y establecer un nivel de confianza (= permisos) para cada uno de ellos. ¿Supone esto realmente un cambio respecto a un sistema centralizado tradicional?

Y de forma similar sucede con otros usos anunciados de Blockchain, para los servicios sociales, la educación [8], o la contratación pública, en su mayoría basados en replicar un registro público existente (ayudas y subvenciones, titulaciones, perfil del contratante, etc.) en el registro distribuido de alguna plataforma blockchain disponible (como Ethereum [7], Hyperledger [9], EOS [6] / Telos [14], etc.), incluso a veces alojando la infraestructura Blockchain en servicios cloud (AWS, Azure, IBM Cloud, etc.) en lo que algunos llaman una “solución o servicio Blockchain-as-a-Service” (BaaS) [10].

Fácilmente se aprecia que el diseño de estas supuestas “Blockchain” adopta un típico esquema o arquitectura centralizada, donde un muy reducido número de “actores” tienen el control de la red y probablemente de las soluciones desarrolladas para la misma, limitando la influencia del resto de los teóricamente beneficiarios de la red. Si como parece esto es muy similar a lo que ya existe, e incluso puede resultar más complejo e ineficiente, habrá que concluir que “para este viaje no se necesitan alforjas”, es decir, quizás no se necesita Blockchain.

Aplicar una “verdadera solución blockchain” en una Administración Pública es un reto importante, ya que algo así simplemente “da vértigo”, por la dimensión del proyecto y cambios de todo tipo que conlleva. No es algo que implique únicamente al departamento TI, ni siquiera a uno o dos departamentos más. La descentralización de algo tiene tantas ramificaciones y derivadas que suele afectar a gran parte de una organización, cuando no a un sector entero. Blockchain es un paradigma tan disruptivo que voces expertas llegan a comparar su previsible impacto al que ha tenido Internet. Con esa perspectiva hay que suponer que implantar Blockchain no es ni mucho menos sencillo, ni solo “cosa de técnicos o informáticos”.

Por ello, no es aconsejable para un organismo público pretender  “incluir Blockchain” como un añadido más a un proyecto, o un complemento tecnológico en una licitación, a modo de “extra” deseable de innovación o modernización. Blockchain, por su filosofía y naturaleza, está destinado a ser una infraestructura base sobre la que se crearán y desplegarán aplicaciones descentralizadas que gestionarán procesos y servicios públicos, nuevos o de una forma probablemente muy diferente a lo existente, para mejorarlos evitando problemas existentes o de difícil solución. Y eso no es un complemento, sino un ambicioso proyecto en sí mismo.

Blockchain aporta una óptica muy diferente de hacer las cosas, una que casa muy bien con el concepto de “economía circular” y de colaboración (ciudadana, público-privada…). Siendo así, una Administración Pública ¿cómo podría abordar mejor un problema, o mejorar un servicio público aplicando soluciones basadas en Blockchain? Realmente, esto es algo muy difícil de responder de forma general, sin conocer el ámbito de aplicación, los procesos y hasta los intereses personales involucrados.

Sin embargo, es posible identificar algunos casos de uso, o escenarios de posible aplicación, de los que extraer aspectos clave que hacen que aplicar Blockchain sea una buena opción, como por ejemplo, que haya múltiples “actores” implicados y que éstos no tengan entre sí una relación de confianza. Lo cual significa que, aún teniendo cada uno intereses propios, pueden cooperar entre sí más fácilmente gracias a la solución blockchain adoptada, debido a que al compartir información de forma transparente y “honesta” tienen más que ganar que perder.

3. Casos viables de aplicación de Blockchain

Una cosa es desplegar o desarrollar aplicaciones para una plataforma blockchain, algo al alcance de cualquier personal técnico con los suficientes conocimientos y experiencia en la materia, y otra muy distinta es diseñar la mejor solución que sea viable para el problema real o caso de uso planteado.

Conviene recordar que se trata de ofrecer en cada caso de uso una solución que sea claramente un “win-win” (ganar-ganar) para todas las partes implicadas. Veamos pues un par de ejemplos concretos.

Caso 1: Mejora de la Calidad del Aire

Novatica 241 Blockchain Caso 1Una posibilidad viable para mejorar la calidad del aire de las ciudades es promover que ciudadanos y empresas mantengan sus vehículos en buenas condiciones, con el fin de reducir, o al menos no aumentar, las emisiones contaminantes.

Por ejemplo, el convertidor catalítico de los vehículos de combustión interna, encargado de eliminar muchas de sus emisiones nocivas, debería durar más de 160.000 kilómetros. Pero puede fallar prematuramente por múltiples causas, muchas derivadas de un mantenimiento negligente de otros componentes o consumibles. Y la forma de conducir tiene un gran impacto en neumáticos y frenos, que también son fuentes de emisiones nocivas (material particulado).

Si se lograra comparar la tasa de sustitución de estos componentes con el kilometraje de cada vehículo, quizás fuese posible identificar un buen grupo objetivo de automovilistas al que enfocar campañas de comunicación y sensibilización ciudadana.

Un ayuntamiento podría fomentar que los automovilistas revisen regularmente sus vehículos en talleres locales adheridos a la iniciativa. Para ello, podrían incentivar a los automovilistas con reducciones en el impuesto a los vehículos, o descuentos en las zonas de estacionamiento de pago, u otros incentivos viables. Esta medida también contribuiría a la mejora de la economía local, al aumentar la proporción de revisiones y fidelización de clientes en talleres de la ciudad.

No obstante, una medida así plantea un gran reto: ¿cómo verificar el estado del mantenimiento de cada vehículo? La respuesta está en una solución basada en Blockchain, donde las partes implicadas interactúan con la información de los vehículos a través de una aplicación descentralizada [4] que opera con el registro distribuido en Blockchain.

Así el propietario del vehículo, o un taller de reparación autorizado, puede registrar el kilometraje y toda la información relacionada con su mantenimiento. Y el ayuntamiento o autoridad pública puede consultar la información del vehículo, tanto para comprobar su estado de mantenimiento como aplicar al propietario las bonificaciones e incentivos previstos. Como se ve, es una solución win-win donde todas las partes tienen algo que ganar.

Caso 2: Implantación Efectiva de Políticas Públicas

El desarrollo de una estrategia digital de ciudad involucra a muchas y muy diferentes partes del ecosistema urbano, lo que dificulta su implantación.

Muchas de las acciones previstas afectan a numerosos actores, tales como empresas y organizaciones privadas, ciudadanos y organismos públicos.

Esta diversidad de perfiles aumenta la incertidumbre sobre el éxito de los resultados previstos por la implementación de la estrategia.

Uno de los principales retos es involucrar activamente a los ciudadanos en la vida de la ciudad, no sólo como usuarios finales, sino también como promotores de los cambios y políticas del futuro. Para ello un municipio podría apoyarse en una solución tecnológica basada en Blockchain para coordinar las principales actividades de su estrategia digital que requieren la participación activa de usuarios externos (ciudadanos, comercio local, industrias, etc.).

Dicha solución tecnológica incluiría un sistema de gamificación vinculado a las prioridades de la estrategia de ciudad, donde un token o criptomoneda local articulará el mecanismo de recompensa. Los actores del sistema usarán el token para registrar los diversos tipos de transacciones que pueden darse, en función del ámbito de aplicación o política concreta.

Novatica 241 Blockchain Caso 2Por ejemplo, en una política medioambiental, donde se desea aumentar la tasa de reciclaje de residuos, cuando un ciudadano deposita en un contenedor inteligente una bolsa identificada con su hash público, tan pronto como se compruebe el peso, tipo de material y verifique la identificación del ciudadano, éste recibirá una cantidad de tokens de la ciudad en su monedero (wallet).

Este ciudadano podrá a su vez emplear esos tokens en otros servicios de la ciudad que quieran ser promocionados, desde una política de movilidad por ejemplo, en viajes en transporte público, o desde una política de salud y deporte, en la reserva de instalaciones deportivas.

Las posibilidades son muchas y muy variadas. De nuevo se observa que se trata de una solución win-win, donde la Administración Pública consigue aumentar el impacto de sus políticas públicas, y el ciudadano obtiene un beneficio por un acceso más ventajoso a los servicios de la ciudad.

Los dos casos anteriormente planteados son un claro ejemplo de la dimensión o alcance razonable de aplicación de Blockchain para poder obtener un beneficio realmente diferenciador respecto al empleo de otras tecnologías “más tradicionales”.

Blockchain despliega todo su potencial trabajando en red, aprovechando los efectos positivos de la misma, aquellos que van desde el hecho de compartir recursos e infraestructuras a la toma de decisiones. Y aunque Blockchain no proporcione la solución perfecta (¿cuál lo hace?), un buen diseño de la misma podría ofrecer la mejor solución, una que incluso permita ahorrar al contribuyente tasas o hasta reducir algunos costes de proyectos TI tradicionales complejos de implantar y mantener.

Tan solo un dato para la reflexión, relacionado con el primer caso expuesto: tasa de Tráfico de la DGT para 2018 [1] sobre anotaciones de cualquier clase en los expedientes / suministro de datos = 8,30 EUR vs. coste máximo estimado [2] de red por registrar el dato de km de un vehículo en la blockchain pública Ethereum = 0,20 EUR.

Referencias

[1] Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado. “Ley 16/1979, de 2 de octubre, sobre tasas de la Jefatura Central de Tráfico”. Documento consolidado BOE-A-1979-23768. Se actualizan las cantidades, a partir del 5 de julio de 2018, facilitadas por la Dirección General de Tráfico. https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1979-23768 . Último  acceso: 2 de enero de 2020.

[2] BitInfoCharts. “Ethereum Median Transaction Fee historical chart”. https://bitinfocharts.com/comparison/ethereum-median_transaction_fee.html . Último  acceso: 2 de enero de 2020.

[3] Blockpharma. “Solución blockchain de trazabilidad de los medicamentos”. https://www.blockpharma.com/. Último  acceso: 2 de enero de 2020.

[4] CTIC (2017). “Blockchain: nuevas tecnologías para acabar con el fraude”. https://www.fundacionctic.org/es/actualidad/blockchain-nuevas-tecnologias-para-acabar-con-el-fraude . Último  acceso: 2 de enero de 2020.

[5] Deloitte Consulting, S.L. (2014). “El sistema sanitario en España. Situación actual y perspectivas de futuro”. https://www2.deloitte.com/es/es/pages/life-sciences-and-healthcare/articles/sistema-sanitario-espana.htmlÚltimo  acceso: 2 de enero de 2020.

[6] EOSIO. https://eos.io/strategic-vision/ . Último  acceso: 2 de enero de 2020.

[7] Ethereum. https://www.ethereum.org/ . Último  acceso: 2 de enero de 2020.

[8] Grech, A. y Camilleri, A. (2017). “Blockchain in Education. JRC Science for Policy Report”. https://ec.europa.eu/jrc/en/publication/eur-scientific-and-technical-research-reports/blockchain-education . Último  acceso: 2 de enero de 2020.

[9] Hyperledger.  https://www.hyperledger.org/ . Último  acceso 2 de enero de 2020.

[10] IBM. (2016). “IBM Delivers Blockchain-As-A-Service for Developers; Commits to Making Blockchain Ready for Business”. https://www-03.ibm.com/press/us/en/pressrelease/49029.wss. Último  acceso: 2 de enero de 2020.

[11] Jiménez, S. (2018). “Blockchain en las Administraciones Públicas: no eres tú, soy yo”. Blog Analítica Pública. https://analiticapublica.es/blockchain-en-las-administraciones-publicas-no-eres-tu-soy-yo/ . Último  acceso: 2 de enero de 2020.

[12] Nakamato, S. (2008). “Bitcoin: un sistema de dinero en efectivo electrónico peer-to-peer. https://bitcoin.org/es/bitcoin-documento. Último  acceso: 2 de enero de 2020.

[13] TASS Russian News Agency (2019). “Рособрнадзор планирует использовать технологию блокчейн в ЕГЭ с 2019 года”. <https://tass.ru/obschestvo/6078950> . Último  acceso: 2 de enero de 2020.

[14] Telos blockchain network. https://telosfoundation.io . Último  acceso: 2 de enero de 2020.